La rosácea es una afección crónica de la piel (principalmente) del rostro. Las principales características de la rosácea son el enrojecimiento de las mejillas, la barbilla y la nariz. Sin embargo, también puede producirse en otras partes del cuerpo. Se acompaña de protuberancias, granos y, a veces, también se pueden ver vasos sanguíneos. Suele afectar a las mujeres, pero también puede darse en hombres. 

Afecta al 10% de la humanidad por término medio. Son más frecuentes en el norte y el oeste de Europa, y suelen comenzar en torno a los 30 años. A menudo, las personas de piel y ojos claros son más propensas a desarrollar rosácea. Factores externos como el clima, el alcohol, las drogas o la hipersensibilidad pueden agravar la rosácea.

Como ya hemos mencionado, la rosácea es una enfermedad crónica. Sin embargo, con tratamientos profesionales, podemos prevenir y reducir y reparar (parcialmente) muchas dolencias. Con el estilo de vida adecuado y nuestra experiencia, podemos ayudarle en su camino. Los especialistas y terapeutas de la piel pueden ofrecerle, entre otros, los siguientes tratamientos:

¡Atención! Muchos tratamientos pueden ser reembolsados por su seguro médico. Compruebe su póliza o póngase en contacto con su seguro para saber cuánto le pueden reembolsar.